Las expensas son los gastos comunes que deben afrontar los copropietarios de un edificio o conjunto de viviendas en régimen de propiedad horizontal. Su finalidad es cubrir el mantenimiento, funcionamiento y mejora de los espacios y servicios compartidos del edificio.
Están reguladas por el Código Civil y Comercial de la Nación (arts. 2037 al 2069) y deben ser liquidadas por el administrador del consorcio de forma mensual.
En este artículo se explica qué incluyen las expensas, cómo se clasifican, quién debe pagarlas y cómo interpretar correctamente una liquidación.
📌 Para más detalle, consultá esta guía completa sobre expensas en consorcios: tipos, cálculo y responsabilidades.
Son los gastos regulares y previsibles del consorcio. Incluyen:
Se trata de gastos operativos que permiten el correcto funcionamiento del consorcio. Dicho esto, te recomendamos también leer sobre cómo se calculan y gestionan mejor las expensas.
Son gastos excepcionales, no periódicos, que suelen requerir aprobación en asamblea. Incluyen:
📌 Te explicamos más en este artículo sobre el fondo de reserva en consorcios.
Este es un punto que genera frecuentes dudas y conflictos. La ley no lo define con total rigidez, pero hay criterios ampliamente aceptados:
Es importante que el contrato de locación defina claramente este reparto. En caso de omitirlo, el locador suele absorber las extraordinarias.
La liquidación mensual de expensas debe ser clara, detallada y estar firmada por el administrador.
Aspectos clave a observar:
Si se encuentran ítems poco claros o cobros excesivos, se tiene derecho a solicitar aclaraciones.
📌 Aprendé cómo detectar errores y mejorar la gestión en esta nota sobre cómo reducir la morosidad en expensas con estrategias digitales.
Sí. Como consorcista se puede cuestionar o impugnar expensas si:
El procedimiento habitual es presentar una nota por escrito al administrador. Si no hay respuesta satisfactoria, puede tratarse en asamblea o escalarse por vía judicial.
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Tanto propietarios como inquilinos deben saber qué están pagando y por qué. Las expensas no son solo “un gasto más”, sino el reflejo de la salud operativa y administrativa de un edificio.
Una buena liquidación, una gestión transparente y un contrato de alquiler claro ayudan a evitar tensiones y malentendidos.
La clave está en la información clara, el diálogo entre partes y el rol profesional del administrador como gestor y mediador.